(379 palabras) "Dios no quiera ver la rebelión rusa, sin sentido y sin piedad", este es el famoso aforismo de Pushkin, que apareció por primera vez en la novela "La hija del capitán".
¿De qué tipo de rebelión estamos hablando? El autor nos describe un hecho histórico real que ocurrió durante el reinado de Catalina II. En los años 70 del siglo XVIII, el Imperio ruso estaba en guerra, lo que significa que todo el tesoro del estado estaba destinado a las necesidades militares. También en esos años hubo heladas, malas cosechas y un hambre terrible en todo el país. Todo esto provocó el descontento de la población, que ya estaba armada por la voluntad de los nobles-terratenientes, arruinada por las misericordias de la emperatriz. Todo lo que se necesitaba era una pequeña chispa para alborotar. Fue esta fuerza la que se convirtió en el líder del pueblo Emelyan Pugachev, quien prefirió llamarse a sí mismo "el difunto emperador Pedro III". Pugacheva, como una figura histórica real, Pushkin introduce un personaje en su novela.
¿Por qué la rebelión no tenía sentido? La gente siguió adelante, ocupó y subyugó las ciudades y se sentó una tras otra, pero en esencia no tenían ninguna organización seria, ningún programa. Todos no entendían por lo que todos luchaban y luchaban sin sentido por algo propio.
Por la misma razón, rebelión y despiadado. Al no tener control, todos, defendiendo sus intereses, hicieron lo que quisieron y cómo quisieron. Si Pugachev tenía su propia meta elevada: llegar al trono, entonces un hombre común y corriente tenía metas más simples: "pan y circo". El hambre los empujó al saqueo, la libertad a la violencia, la venganza al asesinato. Pushkin retrató vívidamente todo el desorden y la inmundicia de los disturbios en La hija del capitán.
El autor dibuja una rebelión no solo sin sentido y despiadada, sino también poderosa, espontánea, cruel, pero aún humana. Como se mencionó anteriormente, este motín no tenía ninguna organización, control o estatuto sensato. Todas las decisiones se tomaron de inmediato: ya sea por la multitud o por Pugachev. El factor humano aquí jugó un papel importante. Entonces, por ejemplo, Pugachev ejecutó a Ivan Kuzmich y Vasilisa Egorovna, quienes se negaron a jurar lealtad al "nuevo zar", pero dejaron vivo a Pyotr Grinev, quien también rechazó el juramento, pero fue amable con Pugachev, ya que le presentó un abrigo de piel de oveja en la última reunión.
El tema de la rebelión generalmente no es indiferente a Pushkin, ya que fue testigo ocular de otra rebelión: el levantamiento de los decembristas. Muchos decembristas eran sus amigos o camaradas del liceo, los amaba. Por lo tanto, en la imagen de Pugachev, el autor deja buenas características humanas. Sin embargo, la era en la que Pushkin crea requiere tal desenlace: represión de la rebelión y alabanza del poder imperial. Pero, de hecho, estos dos disturbios graves en nuestra historia han sido reprimidos.