Para escribir con éxito un ensayo sobre una obra, debe tenerlo en cuenta. Desafortunadamente, en una era de gran flujo de información, es difícil recordar y reproducir incluso una pequeña historia de memoria. Cuando necesita recordar un trabajo con urgencia, pero no hay tiempo para volver a leerlo, un breve recuento del diario del lector ayuda a los estudiantes. Y para hacer una revisión, lea conciso y comprensible análisis de libros.
(321 palabras) Los eventos en la historia "Figuras" comienzan con el hecho de que, al despertarse por la mañana, la pequeña Zhenya está ansiosa por aprender a escribir y leer. Sueña con escribir una revista para niños lo antes posible, comprando una caja de lápices, libros ilustrados y lápices de colores. El niño pregunta por este tío, pero declara el día "real", no queriendo ir a la ciudad. Eugene no cede y le pide que le muestre los números. Pero el tío es demasiado vago para hacerlo ahora, y promete mostrárselos mañana. El niño se ofende, pero, una vez reconciliado, comienza a esperar el mañana. Después del desayuno, hace un ruido en el pasillo, da la vuelta a las sillas con gritos, expresando la excitante alegría de la expectativa.
Y por la noche, cuando madre, abuela y tío hablan en la mesa, Eugene se encuentra con un nuevo entretenimiento: saltar con un fuerte grito y patear con todas sus fuerzas en el piso. Él es feliz, pero a los adultos no les gusta este comportamiento del niño. Al final, perdiendo la paciencia, el tío salta de su silla, le grita a su sobrino, lo golpea y lo empuja fuera de la habitación. La víctima llora y pide ayuda, ya sea madre o abuela. La conversación ha terminado. El tío está avergonzado de su acto, y enciende un cigarrillo sin levantar la vista. Madre, volviendo a tejer, se queja de que su hijo está demasiado malcriado. La abuela se vuelve hacia la ventana, golpea la mesa con una cuchara y apenas se detiene para no ir a la guardería.
Después de media hora, el tío entra en la guardería, fingiendo haber entrado en el caso. El niño, respirando intermitentemente, juega con cajas de fósforos vacías. Cuando el tío va a la salida, el sobrino declara que nunca lo volverá a amar. Siguiendo al tío, entran mamá y abuela. Aconsejan a Zhenya que pida perdón a su tío, pero el niño no se rinde. Al final, la abuela logra revertir el orgullo del niño, recordando que, aparte de su tío, nadie le enseñará los números.
Eugene le pide perdón a su tío, le dice que lo ama mucho y le pide que muestre las figuras. El tío le dice que lleve una silla a la mesa, papel y lápices. El niño es feliz: su sueño se ha hecho realidad. Acostado en la mesa con su cofre, muestra los números y aprende a contarlos correctamente. Y el tío también está feliz porque su sobrino está alegre.